lunes, 1 de julio de 2013

El dolor nos protege

Ahora que lo pienso, no sé porque no había compartido este trabajo con Ustedes. Este pequeño ensayo que he decidido compartir con todos los lectores, lo realice para una clase de maestría. Sus palabras, figurativamente escritas son una explicación veraz sobre como los padres podemos romper las cadenas que nos atan al pasado.

Como Psicólogo de niños he sido testigo, en infinidad de casos, de padres realmente preocupados por la salud mental de sus hijos. y la pregunta obligada es ¿Cómo hago para que mi hijo no pase lo mismo que yo? Por favor, lean con detenimiento y analicen el siguiente trabajo, es uno de los más hermosos que me ha tocado hacer. La autora de tan magnifica obra es: Selma Fraiberg


 “Fantasmas en el cuarto de los niños”
Un Enfoque Psicoanalítico al Problema de las Relaciones Hijo-Madre Deterioradas

Introducción:

En todos los Cuartos de niños hay fantasmas. Se trata de visitas del pasado no recordado de los padres. En circunstancias del todo favorable, los espíritus no amistosos y no invocados son expulsados del cuarto de los niños y regresan a su residencia subterránea.
“El bebé hace su propio reclamo del amor paternal y, en estricta analogía con los cuentos de hadas los lazos de amor protegen al niño y a sus padres de los intrusos malévolos fantasmas”

En familias con lazos de amor estables y fuertes también puede colarse un intruso del pasado, y padre e hijo se encontraran volviendo a actuar un momento o una escena de otra época con otros personajes. Estos sucesos no tienen importancia en el teatro familiar y ni el hijo ni los padres ni su lazo están en peligro por esta breve intrusión. Estos fantasmas de paso que se establecen en el cuarto del niño de manera selectiva y con una aparente agenda histórica aparece en áreas como: la alimentación, el sueño, el entrenamiento en el uso del baño o la disciplina, dependiendo de las debilidades del pasado paterno. Han estado presentes en los bautizos por dos o más generaciones. Nadie los ha invitado y se establecen y dirigen el ensayo de la tragedia familiar guiados por un guión gastado. El padre esta condenado a repetir al detalle la tragedia de su infancia con su propio bebé.

En el trabajo terapéutico son los padres los que hacen una alianza con el terapeuta para expulsar a los intrusos del cuarto de los niños, sin embargo esto no siempre sucede y es el terapeuta el que es visto como un intruso. La mayoría de las veces se encuentra al bebé con síntomas tempranos de privación emocional o graves síntomas o deterioro en el desarrollo.

¿ Qué determina si el pasado conflictivo de un padre se repetirá en el hijo?¿ Qué crea estos fantasmas?

Hay historias paternas de tragedia, crueldad y dolor que no se infligen en el niño. “La mayoría de los hombres y mujeres que han conocido el sufrimiento encuentra la renovación y la curación de su dolor infantil en la experiencia de traer un hijo al mundo” “Quiero algo mejor de lo que tuve para mi hijo”

Se sabe, por Freud, que los fantasmas representan la repetición del pasado en el presente. Hay que utilizar el método que desarrolló Freud para recobrar los acontecimientos del pasado y deshacer los efectos mórbidos del pasado en el presente.

Caso No1. Mary

Pacientes: Sra. March (madre) y Mary (bebé de 5½ meses)
Motivo de Consulta: La madre, la Sra. March, se presentó en una agencia de adopción algunas semanas antes para dar a la bebé en adopción. No se pudo finalizar el proceso porque el esposo, el Sr. March no daba su consentimiento. Fue descrita como una madre que “rechaza”

Historia:

La evaluación psicológica de la Sra. March reveló una severa depresión con intento de suicidio (mediante pastillas). La Sra. March fue una niña abandonada que sufrió psicosis post partum al poco tiempo de dar a luz a la Sra. March y su hermano gemelo. Tuvo un intento suicida y pasó casi todo el resto de su vida internada en un hospital. Por 5 años su crianza estuvo a cargo de una tía (Jane) y luego relegada a su abuela materna.
El padre era intermitente en la historia familiar, apareció como una figura “incestuosa”, ya que según la paciente cuando era niña el padre se le había exhibido, y se había “acercado” a ella y a su abuela en la cama que ambas compartían.
Existía un miedo obsesivo en la Sra. March de que Mary era hija de una aventura que había tenido con otro hombre producto de una “fantasía de incesto”, ya que su sumado al historial del padre, la abuela la acuso de seducir al abuelo, y su primera relación sexual fue a los 11 años, con su primo quien caía en la categoría de hermano para ella.
La historia de su vida era contada con voz triste y distante, que se reflejaba en la cara de la Sra. March y en la cara de Mary. (fantasmas en el cuarto)
Se casa con el Sr. March tarde en su adolescencia, él venía del mismo estrato social (bajo), sin embargo, tenia un trabajo estable.
En cuanto a Mary, tenía la parte trasera de la cabeza calva, como si pasará la mayor parte del tiempo en su cuna, estaba alimentada de forma adecuada y cuidada físicamente, sin embargo, mostraba poco interés en su entorno; estaba indiferente, demasiado callada. Falló en casi todos los items personal-sociales en la escala de Bayley en la prueba de desarrollo.

Tratamiento:

Se hace constar que este caso fue el primero que se recibía en el Programa de Salud mental infantil y no había modelos de tratamiento estipulados.
Una de las primeras observaciones, y quizás la más importante, se da cuando Mary empieza a llorar en una de las sesiones, la madre la carga en brazos, pero luce distante, metida en su propio mundo. La bebé no busca consuelo en la madre pero sigue llorando por unos 5 minutos. Y se levanta una pregunta

¿Por qué no oye esta mujer el llanto de su bebé?

Se decide iniciar el tratamiento con el psiquiatra residente, sin embargo la Sra. March le rehuye y le producía un miedo fóbico estar en una habitación sola con el Doctor. Por lo que no se pudo avanzar.
Se inicia un proceso de “psicoterapia en la cocina”, en el que básicamente se trataba de un tipo de psicoterapia psicoanalítica, en cuanto a sus elementos, en la casa del paciente. “ Todo lo que sucedía entre la madre y la bebé estaba al alcance de la terapeuta y en el centro de la terapia.”
Había que llevar a que la madre viera la repetición del pasado en el presente, los principios terapéuticos serán los mismos que en una oficina amueblada correctamente, sin embargo, por la emergencia del tratamiento había que encontrar un camino hacía los elementos conflictivos de la neurosis de la madre, que tenían impacto directo en su capacidad de “ser madre”.

Al contar su historia sin emoción, sin sufrimiento, sin lágrimas. Vemos como la Sra. March. Había encerrado a la niña que lloraba dentro de ella, de la misma manera como seguramente había cerrado la puerta a su bebé que lloraba. Y se plantea la primera Hipótesis clínica: “Cuando escuchemos el llanto de la madre, ella escuchará el llanto de su bebé.”
La terapeuta se encargó de verbalizar los sentimientos de la Sra. March en su infancia, otorgándole ese “permiso” para sentir y recordar sentimientos. Resultado: “antes cuando Mary demandaba atención durante la sesión, la madre simplemente la ignoraba.
Los fantasmas empezaban a salir del cuarto de la niña”.
Ahora cuando la Bebé demandaba algún tipo de atención la Sra. March se levantaba y la atendía, mostrando un acercamiento a la bebé y a sus necesidades”.
Luego de un mes se dá otro avance significativo, en medio de esta marejada de dolor aflorando, tomó a Mary, la abrazó fuerte y le cantó al oído con una voz acongojada. Esto sucedió varias veces durante las demás sesiones.
Se empieza a trabajar el lazo madre-hija, cada vez que Mary recompensaba a la Sra. March con una sonrisa la terapeuta lo traía a la sesión, muchas veces “hablando por Mary” y diciendo: Se siente bien cuando mamá sabe lo que quieres”
Estaba nivelada en la escala mental de Bayley, la motricidad estaba lenta pero dentro del rango normal.
Sin embargo, en esta etapa la bebé todavía no estaba fuera de peligro: La madre todavía estaba identificada como deprimida, y todavía tenía la capacidad de hacer planes insensibles y a la ligera en el cuidado de la niña; Por ejemplo: cuando tocaba contratar una niñera y como Mary reaccionaba a tal perdida, sobre todo porque ambos Sres. March habían pasado por perdidas significativas en su infancia. Estos eran incapaces de ver el dolor que le producía a Mary esta separación temporal.

Al hacer hincapié en las perdidas que la madre había tenido en la infancia y para entender un poco el sentimiento de Mary hoy en día se dio comienzo a nuevas revelaciones para la Sra. March. A medida que la madre comprendía el sentimiento que había tenido de niña, se volvía más difícil para ella infringir dolor en la niña.

AL momento de escribir el articulo Mary tenía 2 años de edad, era una niña adecuada en todo sentido a su edad, sin problemas significativos del desarrollo. No se ven residuos de los meses de negligencia en la personalidad de Mary y la familia esta estable.

Caso No. 2: Annie Beyer y Greg

Motivo de consulta: La abuela del bebé (Greg) llamá al centro pidiendo ayuda ya que la madre (Annie) se rehusaba a cuidar el bebé de 3½ meses. Evita el contacto físico; a menudo se olvidaba la leche y le daba Kool-Aid y Tang.

Historia:

La madre, Annie Beyer de 16 años, con obesidad, apariencia descuidada y su cara no registraba ninguna emoción. viene de una familia conocida en las agencias sociales desde hacía 3 generaciones, por diferentes razones se tenían registro de cada miembro en las clínicas y cortes comunitarias. La mamá de Annie había relegado el cuidado de sus hijos a otras personas (como a su vez había pasado con esta), por lo que era ausente; por ejemplo: era Annie la que muchas veces le tocaba cuidar a su hermana menor y otros hermanos (eran seis hijos de 4 padres diferentes), en otra ocasión la mamá las dejaba con una anciana, que a manera de castigo las dejaba fuera de la casa. El padre natural de Annie murió a cuando ella tenía 5 años de edad, Su padrastro el Sr. Bragg, alcohólico y probablemente psicótico, golpeaba fuertemente a Annie cuando faltaba a los quehaceres.
El Padre de Greg, Earl de 19 años, se ha estado encargando de los cuidados del bebé en su mayoría, esto da como resultado un desarrollo adecuado a su edad según las pruebas de desarrollo.

Tratamiento:

Annie se mostraba como una madre adolescente fría y silenciosa. Cada vez que Greg necesitaba Cuidados Annie llamaba al padre o tomaba el bebé para dárselo al padre.

¿Por qué evita Annie tocar y tomar a su bebé en brazos?
En la sexta sesión Annie cuenta como, cuando era pequeña, le pedían sostener a su hermana menor, esto le producía algún tipo de ansiedad y comenta que “preferiría dejar a la bebé en el sofá”.
Annie hablaba de su niñez con excesivo detalle, pero con una voz llana y sin matices. Cuando la terapeuta trataba de traer esos sentimientos de rabia, miedo, impotencia, Annie la detenía y se reía cínicamente. Sin embargo en esta sesión, Greg empieza a llorar, annie fue al cuarto y lo trajo con ella y por primera vez en 6 visitas la terapeuta ve a la madre abrazar a Greg y acunarlo. Si Annie podía hablar de sus sufrimientos de infancia, podría moverse de manera protectora en el bebé. Pero siempre esta la pregunta latente de: ¿ Incrementaría la liberación del afecto en la terapia la probabilidad de un “acting out” con el bebé o disminuiría este riesgo? Otro problema es: que la terapeuta recibiría en la transferencia todos los atributos temidos del fantasma. Y habría que estar preparados para enfrentarlos.
La razón primaria de este alejamiento es que Annie tenía miedo de estar cerca de su bebé. Les temía a sus propios sentimientos destructivos hacia él.

¿El bebé esta a salvó?

“Mientras Annie lo cambiaba, Greg parecía estar buscando algo para jugar. Había un juguete a su lado en el sofá. Era, nada menos que, un martillo de plástico. Annie lo tomó y le dio suaves golpecitos en la cabeza del bebé diciendo: ¡Te voy a golpear! ¡Te voy a golpear!. Y mientras aún la terapista registraba el hecho, Annie dijo: ¡cuando crezcas, podría matarte!”

Luego tomó la decisión de no seguir asistiendo a terapia, en este periodo de 2 meses sin la terapeuta sale embarazada. Fue avanzando poco a poco en el tratamiento, cada vez se acercaba más de manera espontanea al bebé.
La terapeuta, anticipándose a otra “huida” le habla a Annie sobre la posibilidad de sentimientos de transferencia negativa que podían salir en las sesiones que revivieran recuerdos dolorosos. Sin embargo, cada vez que avanzaban en la terapia y salían los sentimientos de los recuerdos, Annie abrazaba a greg y lo acunaba, ya sabía que esos sentimientos pertenecían a otro tiempo, a otros actores. Igualmente cada cambio y cada acercamiento de Greg hacia Annie era manejado en la sesión.

A medida que pasaba el tiempo, uno de los últimos fantasmas que se notaba, era el de una voz estridente y chillona, cuando deseaba regañar a Greg. Esta era la madre de Annie, cuando Annie era una niña. Luego se empezó a ver una figura que significaba protección y tolerancia, una figura en la niñez de Annie, se trataba de su padre natural; ahí entendimos Porque Annie, al principio de la terapia, le pasaba el bebé a Earl, el padre de Greg. Sin embargo ambos todavía tenían muchos fantasmas, por ejemplo: sus programas favoritos eran los programas para niños y los dibujos animados.
En julio el bebé de Annie nació muerto, Annie estaba triste y cargada culpa. Se tuvo que tratar este tema también, al final comprendió que estaba agotando todas sus empobrecidas fuentes emocionales para darle cariño y amor a Greg, y al dar, se sentía agotada.

El ultimo fantasma en abandonar el cuarto del bebé fue el primero en llegar, la “identificación con el agresor”. A medida que Greg se volvía más activo, independiente, curioso y travieso; el repertorio de tácticas disciplinarias de Annie surgía desde las ruinas de su niñez. La voz chillona de la madre, Greg adquirió una defensa contra la ansiedad, se reía de forma atolondrada. Era Exactamente la misma defensa de Annie en su niñez, aparece cuando Greg tenía 16 meses.

Se trato, en un momento donde Annie regaña a Greg y tanto el niño como la terapeuta se asustan. La terapeuta le dice a Annie: Hay veces que las palabras y sonidos que salen de tu boca ni siquiera parecen tuyos. Me pregunto a quién suenas”, donde se exploró que era la reacción de la mamá de Annie, y esta identificación salia a relucir cuando se convertía en la madre aterradora de Greg.

El clima cambió.

2 preguntas y una Hipótesis

¿Qué determina si el pasado conflictivo de un padre se repetirá en su hijo?

Un patrón importante para responder esta pregunta es: que estos son padres que antes, en el extremo del terror infantil, formaron una identificación patológica con los enemigos peligrosos y asaltantes del ego.

¿Qué es lo que se reprime?

Clínica y teóricamente se plantea que una forma de represión es la que provee motivo y energía para la repetición en la defensa. Muchos concuerdan con el siguiente argumento: “El recuerdo de los casos de maltrato infantil, tiranía y abandono estaba presente de manera explícita y con escalofriantes detalles. Lo que no se recordaba era el afecto asociado a la experiencia.
Cuando Annie pudo recrearlos dentro de la seguridad de su relación con la terapista, ya no era capaz de infligir dolor en su hijo.

“El acceso al dolor infantil se convierte en una barrera poderosa contra la repetición durante la paternidad”.